Página 132 - ROSARIOCORINTO

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Además, el Sábado Santo es la jornada culminante del Triduo
Sacro con la celebración de la Vigilia Pascual: auténtico germen
litúrgico de toda la Semana Santa. No en vano, la configuración
actual de la misma parte de la vigilia celebrativa que tenía lugar
en dicha noche desde el siglo II recordando “
la noche en que Jesús
fue capturado
”. Melitón de Sardes explica cómo se llevaba a cabo
su desarrollo hasta el canto del gallo, momento en el que tenía
lugar una comida fraterna seguida de una Eucaristía.
Progresivamente, se fueron sumando símbolos y ritos. Ya en el
siglo V el propio San Agustín, Obispo de Hipona, señala algunos de
éstos cuya proyección perdura hasta la actualidad pero que
tienen su origen en la jornada sabatina. Sus mismos sermones
sobre la liturgia pascual esbozan ideas que se han mantenido
refiriendo un carácter rigorista y meditativo,
“el mundo en vela”,
“la vigilia de las vigilias”, “la muerte de la muerte”,…
Estas
consideraciones son hoy símbolo y carácter de la Semana Santa
católica y se asimilan a la figura de la Virgen Corredentora,
significando su fortaleza durante la Pasión, modelo para la
imitatio Christi”
; auténtica
“Luz entre las tinieblas”
que, con total
diafanidad, encarna durante el Sábado
.
Pero, por último, la figura de María orando en el Cenáculo
preludia a la propia Iglesia que está por venir enlazándola
eucarísticamente con el Sacrificio de la Cruz. No en vano, este
lugar sobre el que María reza fue el de la Institución Eucarística
donde Cristo se quedó con nosotros para siempre. Además, será el
lugar donde Él se haga presente a sus discípulos testimoniando su
gloria corpórea”
y convirtiéndolos, más adelante, en apóstoles por
medio del Espíritu Santo. De modo que la nueva efigie de Nuestra
Señora del Rosario viene a fundamentar todo ello como modelo
para los fieles.
Por lo expuesto, parece oportuno incidir en la natural
predisposición de esta imagen dentro del Sábado Santo; horas
consagradas por la Iglesia a la meditación, la reflexión y la vigilia
antes de la Resurrección. Elementos, todos ellos, que confluyen
plásticamente por medio de la imagen mariana que estrena la
Cofradía de la Caridad que contará, de este modo, con el oportuno
clímax de su discurso narrativo pasional. Nuestra Señora
sintetiza toda la Pasión a través del rezo piadoso de los misterios
del Rosario; los proyecta y les otorga su auténtico sentido, el del
inminente Triunfo de Cristo.