medita en los crueles pasajes, que el día anterior, vivió su Hijo.
La mano derecha la dirige al corazón y con la mano izquierda
sobre su vientre, en el que durante nueve meses llevo al Salvador
del mundo. María sola, con la mirada baja y con el rosario
entrelazado entre sus dedos revive cada momento de la Pasión y
Muerte.
La imagen en la tarde Sábado Santo irá ataviada a la
antigua usanza de las viudas nobles castellanas del siglo XVI,
estética que Gaspar Becerra plasmó en aquella imagen que le
encargase la reina Isabel de Valois. Verduguillo, manto negro y
arrodillada sobre un cojín.
Todo este artificio irá sobre una peana ochavada según el
diseño de Santiago Rodríguez López de sinuosas líneas barrocas,
paños grabados con rocallas y celosías en las partes lisas. Sigue el
diseño con cuatro cartelas talladas y también grabado en ellos los
símbolos de las tres necesidades de María en el momento de la
reserva para plasmar el escudo de la parroquia de Santa Catalina
y entrelazado una rosa en alusión al Santo Rosario. Este prodigio
de diseño va a ver la luz gracias al buen hacer del tallista Manuel
Ángel Lorente que, paciente y comprensivo, ha aceptado el
encargo. Y así poder realizar esta peana corlada como las ya
existentes en Murcia en tiempos
pretéritos y podrá utilizarse con
unas varas para sacar a la imagen
en procesiones extraordinarias y
traslados.
Para las vestiduras se ha
utilizado un tejido crudo de trama
metálica para el verduguillo que
imitará a las estofas de las
imágenes de talladas y para el
manto se ha usado el cartonaje clásico con el diseño “Trinidad”,
en brocado negro de grandes ramos y lazados.
La presea plateada que se ciñera a las sienes de la imagen,
se ha cincelado en la ciudad del Turia de la mano de orfebrería
Piró y también según diseño del mismo tracista de la peana.
Pero este año y para la misma cofradía tengo la
oportunidad de realizar otra talla: San Juan evangelista, todo él
de talla completa. La imagen de cedro representa al discípulo