Página 199 - ROSARIOCORINTO

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La caridad va más allá de la justicia
, como dice la
encíclica Caritas in veritate, porque amar es dar, ofrecer de lo
‘mío’ al otro; pero nunca carece de justicia, la cual lleva a dar al
otro lo que es ‘suyo’, lo que le corresponde en virtud de su ser y de
su obrar”.
En efecto. De por sí, la justicia como virtud humana no lleva
a dar “lo mío” al otro. Esto es propio de la caridad o del amor.
Ahora bien, “no podemos ‘dar’ al otro de lo nuestro sin haberle
dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde”. Antes de
dar “lo mío” tengo que reconocer “lo suyo” y dárselo. Por eso
“quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos”.
En definitiva, “no basta decir que la justicia no es extraña a la
caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la
justicia es ‘inseparable de la caridad’, intrínseca a ella”.
Por tanto, la justicia es ya una primera forma, un primer
camino para la caridad; una parte integrante y necesaria de la
caridad, por tanto en este veinte aniversario no debemos
limitarnos a los ritos, liturgias y festividades que vamos a
realizar, debemos ser conscientes de nuestra labor evangelizadora
y adquirir un grado de compromiso con fervor y eficacia ante las
miserias de esta sociedad en la que vivimos.
Y veinte años después, Santísimo Cristo de la Caridad,
estamos aquí, tus hijos corintos, los que cada noche construimos
templos de intenciones y cada día luchamos contra el olvido y la
inconstancia, estarás otra vez muriendo, Cristo de la Caridad, en
la verdadera cruz de nuestras culpas, y un año más y serán
veinte, el 23 de Marzo, recién iniciada la primavera, la noche,
como un largo bostezo se dejará caer entre las calles y se hará el
silencio en Murcia; llegarás a media noche a Santa Catalina tras
tu peregrinar, se escuchará el crepitar de los cirios y las mudas
pisadas de los
cofrades
penitentes
corintos, y el
asfalto quedará
llorado por esa
cera que es la
miel del Sábado
de Pasión, el
almíbar que deja