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inminente, el preámbulo de la entrada en Jerusalén donde todo ya
se sucedería de manera inexorable. Sin embargo,
procesionalmente suponía un salto, de alguna forma un vacío.
Hace dos décadas eso se solucionó instituyendo cofradías
murcianas también en el Sábado de Pasión. Fue una creación
necesaria y que, por su misma necesariedad, parece que data
sólidamente desde la noche de los tiempos. La antigüedad siempre
parece mucho mayor en las cosas que son instituidas por la
llamada "lógica de los acontecimientos." La Muy Ilustre y
Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad, una de las
que procesionan en esa jornada, cuando el día aún no termina de
confundirse con la noche, lleva
desde entonces un proceso
histórico
ejemplar
y
precisamente este año se
cumplen sus primeros veinte
años de andadura. La
hermandad color corinto, uno
de los tonos de significado más
humano (la caridad) y más
antiguos que se conocen, ha
realizado
su
labor
de
celebración
ritual
y
edificación
espiritual
del
Pueblo de Dios con una
seriedad
y
precisión
encomiables. El color corinto, el rojo corinto, para ser más exactos
es un color imbricado directamente con el hombre, consustancial a
él desde tiempos ancestrales. Sirva de ejemplo para ello, que la
denominación cromática más antigua es la del “rojo”, al principio
el hombre primitivo solo tenía nomenclaturas para definir “claro”
u “oscuro”, de ello se deriva que en muchas lenguas la palabra
coloreado significa también rojo, en el caso del español colorado.
El rojo, signo inequívoco inveterado y muy antiguo. Así lo
atestigua la tradición judía que asignaba un enorme significado y
complejidad a este color, basta recordar que Adán en hebreo