Página 21 - ROSARIOCORINTO

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significa “Rojo”. No en vano, el rojo es el color litúrgico de la
iglesia católica. Es recuerdo de la sangre del sacrificio. Las ropas
de los sacerdotes católicos, en el mantel del altar y la cubierta del
púlpito son rojo en los días que se recuerda la pasión de Jesús,
como el domingo de Ramos y el Viernes Santo, así como en los días
de los mártires que murieron por su fe. Además, de manera
informal, el color rojo tenía otras asociaciones con conceptos
cristianos clave, en particular el martirio, la crucifixión y la
caridad cristiana. Pero la Muy Ilustre y Venerable Cofradía del
Santísimo Cristo de la Caridad no solo vino a completar ese hueco
del Sábado de Pasión, sino que también conformó la segunda
virtud teologal junto con la ya existente cofradía del Santísimo
Cristo de la Esperanza; para finalmente en 1999, ver completadas
las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), con la
fundación de la cofradía del Santísimo Cristo de la Fe, que
procesiona también el Sábado de Pasión junto con la Caridad. No
en vano, me atrevería a aseverar, que la Caridad, es sin lugar a
dudas, el principio básico de todo buen cristiano. Es ese
sentimiento que nos impulsa a interesarnos por los demás y a
querer ayudar a los necesitados. En los tiempos que corren se hace
mucho más necesario este sentimiento, un sentimiento de
solidaridad. No debemos olvidar que el mandato más importante
que Cristo nos legó en la Nueva Alianza es el amor al prójimo. El
amor es buscar el bien del otro, un amor desinteresado y estos son
los principios que instruye y conforma la caridad.
En la conformación y singladura de esta cofradía hemos
tenido la suerte de contar con excelentes asesores que ya tenían
una larga experiencia en otras cofradías de la Semana Santa
Murciana, como el erudito en estas cuestiones José Emilio Rubio
Román, y por supuesto, con personas volcadas plenamente y de
forma desinteresada aportando en todo momento su trabajo y
esfuerzo para que estos veinte años fuesen un hecho sustanciado (o
consumado) como Antonio José García Romero y otros muchos
más, que se sabrán disculparme, que no los mencione
expresamente en este breve escrito. También, como no, hemos
tenido el privilegio de contar, además, con una dedicación especial
a las necesidades de esta Cofradía, con un escultor ya clásico en los