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TIEMPO DE ANIVERSARIO,
TIEMPO PARA LA REFLEXIÓN
Marcial Alarcón Martínez
Director Delegación de HH. y CC.
Diócesis de Cartagena
Cuando acometemos una celebración tan importante dentro
de nuestras Cofradías, como puede ser un vigésimo aniversario,
sería conveniente que dedicáramos un espacio de nuestro tiempo a
la reflexión, de cómo se ha vivido y sentido el ser cofrades dentro
de la misma, de cómo hemos evolucionado en nuestras relaciones
con los demás hermanos, en nuestra formación cristiana, en
nuestro espíritu caritativo, etc…
Es necesario tomar el
camino de purificación de
nuestros actos y actitudes, a
lo largo de todos esos años de
existencia de la cofradía, a
través de una profunda
reflexión, individual primero
y de grupo después, para
encontrarnos claramente con
el núcleo esencial de toda
celebración cristiana, que no es otro que la contemplación del
rostro de Cristo, contemplado en sus coordenadas históricas y en
su misterio, acogido en su múltiple presencia en la Iglesia, en
nuestras cofradías y en el mundo que nos rodea, confesado como
sentido de la historia y luz de nuestro camino.
Los frutos de la reflexión nos deben hacer mirar al futuro,
confiando en la palabra de Cristo, pues lo que llevemos a cabo en
este año de aniversario, las experiencias que se vivan, deben
suscitar en nosotros un dinamismo nuevo y empujarnos a emplear
el entusiasmo experimentado en iniciativas concretas. Sin
embargo, será importante que lo que nos propongamos, con la
ayuda de Cristo, esté fundado en la contemplación y en la oración.
El nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo