Página 5 - ROSARIOCORINTO

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configura todo el ser y le hace parecerse a Jesús. ¿Cómo se explicaría
que un cristiano rodeado de enemigos que quieren su mal, que le
ponen trampas o le hacen daño, en lo primero que piense sea en
perdonar? Es evidente que ese impulso a amar y a perdonar no sale
de él, sino que debe brotar de otra fuente, la fuente de donde brota es
Cristo presente en él. Cristo se convierte en fuente de amor y nos
transforma, nos hace otros. Más, este estilo de ser hay que cuidarlo
con mimo, porque si no morirá; el amor de Dios crecerá dentro de
nosotros si lo cuidamos, mediante la oración, la escucha de su
Palabra, la celebración de los sacramentos, especialmente la
Eucaristía y la Penitencia. Todo eso si vivimos de verdad como
cristianos.
Hay otro aspecto que no puede pasar por alto y es que cuando
uno vive según el corazón de Dios, el Señor te hace abrir el corazón a
los demás, sensible a sus necesidades, hermano de tu prójimo y te da
la fuerza para responder al odio con el amor y a la ofensa con el
perdón. Es muy serio esto, pero a nadie se le oculta que el
conocimiento de Dios nace de un camino de purificación interior,
que comienza con la conversión del corazón, gracias a la fuerza de la
fe y del amor, como nos lo recuerda siempre el Papa Benedicto XVI.
A todos vosotros, fieles cofrades,
en este año reconocido por las grandes
dificultades sociales, afectado por el
fenómeno de la crisis, del desempleo y
otros focos de sufrimiento y dolor para
muchos de nuestros conciudadanos, os
ruego que pongáis el máximo interés a
la hora de preparar las actividades
religiosas de la Cofradía y las
procesiones, para que la gente, cuando
os vea pasar por las calles de nuestros
pueblo y ciudades, puedan llegar a
quien es la verdadera fuente de todo
amor y esperanza, a Cristo.
Facilitadles las cosas, por medio de la
caridad, que esto hablará como un
libro abierto de Dios y será el más bello discurso evangelizador.