Página 55 - ROSARIOCORINTO

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La sede de la Cofradía de la Caridad en las inmediaciones del
Guadalquivir ha sido siempre visita obligada en Sevilla. La
espectacularidad barroca de los dos impresionantes lienzos de
Valdés Leal ya justifica por sí sola el viaje. Pero lo esencial no es la
riqueza artística que atesora sino cómo un hombre, Miguel de
Mañara, barrocamente desengañado de un mundo en crisis
renuncia a la gloria de las grandezas aparentes para abrazar la
Caridad y dar la vida al servicio del amor a los pobres.
Ahora que también en nuestros días el teatro del mundo
vuelve a enseñar sus andamiajes y muestra desnudos sus groseros
engaños, se abre necesariamente la puerta de una reflexión sobre
los valores sobre los que queremos construir el futuro y más
concretamente de la Caridad como valor a reivindicar. Si esta
reflexión es aplicable a cualquier ámbito de la vida, con mayor
motivo debemos plantearla en el mundo cofrade en el que las
cofradías, como organizaciones vivas que son tienen la necesidad
de dar respuesta a los cambios con su propio lenguaje.
Bajando desde la reflexión hasta la realidad, podemos
afirmar que la Cofradía de la Caridad de Murcia ha sabido nadar
contra corriente. No sólo reivindicando la palabra Caridad
cuando nadie creía en ella sino poniéndola por obra como se ha
demostrado a lo largo de los años y muy recientemente en el
magnífico concierto organizado durante la pasada Navidad a
beneficio de Caritas Diocesana, no podría ser de otra manera-.
El rojo corinto de las túnicas del sábado de pasión será siempre
una reivindicación de la palabra Caridad; una afirmación del
amor universal y concretado en la búsqueda de la felicidad del
otro.
A partir de este año no será una sino dos las veces que
podamos contemplar la Caridad en la calle. La primera el Sábado
de Pasión y la segunda el Sábado Santo. Este nuevo proyecto de la
Caridad, tan vinculado con los misterios del Rosario y con ese
espejo de caridad que es su imagen titular, seguro que constituye
una nueva y magnífica oportunidad de seguir potenciando la
advocación de la cofradía por las calles de Murcia.