Página 67 - ROSARIOCORINTO

Versión de HTML Básico

Tiene esta Caridad de
enagüas
almidonadas
y
esparteñas remotas cierto
aire a procesión antigua y
castiza, de las que nunca
terminan de pasar porque se
quedan, a veces prendidas en
la retina del niño que
descubre por vez primera un
caramelo, a veces en el corazón de quien recuerda una infancia de
familia nutrida y potaje de vigilia. Porque en sí misma es la
Caridad una familia que se reúne ante la Oración del Huerto, el
primer paso de la tarde corinta, cuando el Ángel apenas logra
soportar el brazo bendito del Cristo que mira al Cielo, para cruzar
su mirada con los balcones cuajados de murcianos y las nubes que
se arremolinan en el horizonte de la huerta.
Este es el instante que durante dos décadas han presenciado
mis ojos, esculpiendo en mis retinas el cariño hacia una
institución a la que deseo larga existencia nazarena.
Enhorabuena a cuantos habéis hecho posible el milagro corinto.