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su imagen de los últimos años. Poco a poco se ha ido acomodando, como ya comentaba, a lo más
apropiado para este caso. A mi particularmente me gusta para los tronos murcianos, (siempre se aconseja a
los camareros), las flores del tiempo y que se crían en nuestra tierra: claveles, rosas, alhelíes, lirios,
gladiolos…Y es por ello que decidimos, creo que con buen criterio, alfombrar de claveles rojos el monte
que acoge la Cruz.
Los claveles rojos que los crían en nuestra tierra productores de Totana, Puerto Lumbreras y
Cehegín, se dejan abrir en la planta, por lo que su manipulación siempre hay que hacerla entre “algodones”
para que la flor no quiebre, que es lo que sucede cuando están muy abiertas. Los claveles del Cristo de la
Caridad, llegan siempre el Viernes de Dolores sueltos, sin ningún tipo de atadura y con la apertura perfecta
para colocarlos en el trono… Así mismo se decidió colocar a los pies de la Cruz unos pomos de rosas,
igualmente rojas, también producidas en nuestra región e igualmente cortadas de la planta en el momento
justo de apertura. De base le ponemos una “cama” de esparraguera cultivada en Beniaján y una hojas de
monstera
(lo que nuestras madres y abuelas llaman comúnmente colocacias o costilla de adán)
igualmente
de nuestra huerta y así, nos queda un arreglo totalmente de flores de nuestra tierra, para una procesión tan
murciana y tan barroca como la de Caridad.