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ESTANTE EMÉRITO
Andrés López Martínez
Estante Cristo de la Caridad
Formar parte de una asociación u organización
conlleva que se asuman y acepten reglas para los
miembros
que
la
conforman.
Normas
de
comportamiento, vestimenta, obligaciones económicas y
de asistencia o los fines para los que se crea esa
organización, son algunas, contenidos a regular en
estatutos y documentos de gobierno. En una Cofradía de
Semana Santa las denominadas “
Constituciones
” se
encargan de recoger todas estas premisas.
La cofradía de la Caridad cuenta con una
“Constitución”
, aprobada el año 2003 por el
Excelentísimo y Reverendísimo Señor Obispo de la
Diócesis de Cartagena, que recoge, de forma general, las
siguientes áreas: fines y composición, cofrades, los pasos
y su buen gobierno, régimen sancionador, órganos de
gobierno y procedimiento electoral. Un total de 100
artículos más disposiciones adicionales, transitoria y
derogatoria. Nada queda a la improvisación en sus
páginas. Es obligación y responsabilidad de los que
conformamos cualquier cofradía conocer estas reglas,
pero la realidad es que no es así. Una pena, porque de su
lectura se extraen útiles enseñanzas y permiten aclarar esas
leyendas cofrades que tanto nos gustan discutir y opinar a los amantes del mundo nazareno.
La preparación de esta colaboración me ha dado la oportunidad de volver a leer con detenimiento,
tras muchos años, nuestra “
Constitución”
y, para mi sorpresa, encontré cierta regulación para una cuestión
que ocupaba mis pensamientos nazarenos desde hace ya algún tiempo: la jubilación de los cofrades estantes
al cumplir 60 años y, por tanto, su desvinculación definitiva de las cofradías. Siempre he visto, escuchado y
admirado a esos estantes viejos que han mantenido la esencia, el amor por las tradiciones y la pureza del
oficio nazareno. Ellos atesoran la experiencia de toda una vida dedicada a mantener y afianzar el
patrimonio material e inmaterial que rodean una cofradía y los tronos que portan. Conversar con ellos
siempre me ha resultado enriquecedor, pues te ofrece las pistas y el camino correcto a seguir. Anécdotas,
viejas apreturas, trucos para “meter el hombro” sin hacerte daño y rendir al máximo, cómo tomar las
curvas, la posición de los pies, detalles para ir bien vestido, y un sinfín de temas que protagonizan una
tradición histórica en sí misma, como es el traspaso de conocimientos del oficio de estante viejo a los
jóvenes mediante la expresión oral.