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eclesiástica y civil. Su primera misión fue la de instruir religiosamente a los obreros del Arsenal, además de
desarrollar los ministerios apostólicos en una amplia barriada.
La asociación de caridad de San Vicente de Paul, se hace presente en Cartagena, a través de sus
grupos formados en San Antonio María Claret-Casa del Niño, en San Antonio Abab, en San Vicente de
Paul, en San Ginés-Santa Luisa y en la Esperanza. Siendo su principal misión la ayuda a los más
desfavorecidos de nuestra sociedad.
En Cartagena, en el año 2010, nació un proyecto para ayudar a las familias con problemas
económicos, se trata del Economato Social “LOS PANES Y LOS PECES”, promovido por Cáritas, la
Asociación Internacional de Caridad (AIC) y las Cofradías de Semana Santa de Cartagena (Cofradía de
Ntro. Padre Jesús en el Doloroso paso del Prendimiento-Californios; Cofradía de Ntro. Padre Jesús
Nazareno-Marrajos; Cofradía de Ntro. Señor Jesucristo Resucitado y la Cofradía del Cristo del Socorro).
Más de cien voluntarios de dichas asociaciones atienden las necesidades diarias del economato, ayudando a
elegir los productos a las familias, así como a asesorar en optimizar su dinero y su compra. Se cumple así,
lo que muchos años antes, San Vicente de Paul concluyera:
la caridad, para que sea un fuego que dure,
debe estar organizada.
Así, lo que empezara San Vicente de Paul, en 1617, organizando la caridad a través de las Cofradías
de la Caridad, en la actualidad miles de voluntarias y voluntarios trabajan, día a día, en proyectos diversos
dedicados a los más necesitados, los pobres, llevándoles una luz de esperanza, siempre guiados por el
Evangelio y por las palabras y hechos de Jesucristo.
Nuestras Cofradías penitenciales, no están ajenos a las necesidades de los más necesitados, y es más,
no pueden estar ajenos, pues nuestros propios estatutos así nos lo reclaman, pues es un objetivo que
debemos cumplir y llevar a cabo, pues como nos refleja el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium:
Cada
cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de
los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad, esto supone que seamos dóciles y
atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo.