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los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio
es para todo el pueblo, no se puede excluir a nadie.
Salid este año a la calle con una procesión viva, como si fuera la primera vez que lo hacéis, no
sigáis los esquemas que impone la rutina, el sabérselo todo o el tenerlo todo controlado, no.
Dejaos este año que os sorprenda Dios, tratad de llegar a todo el mundo desde el silencio, el
respeto, desde el misterio de la fe que representa tu paso. Procurad haceros protagonistas de esa
escena que presentáis y leed antes de salir a la calle el texto del Evangelio al que vais a dar vida.
Al poneros la túnica pensad que estáis colaborando con el Señor para llegar al corazón de la
gente, especialmente al corazón de los pobres, que necesitan ver cómo Dios ha escuchado sus
oraciones de súplica ante la necesidad. Lo más grande que vais a llevar adelante en esta Semana
Santa será dar a conocer vuestra misión de sembradores de esperanza, porque sois artífices y
protagonistas de un mundo mejor: Q
ué lindo es en cambio cuando vemos en movimiento a
Pueblos, sobre todo, a sus miembros más pobres y a los jóvenes. Entonces sí se siente el viento de
promesa que aviva la ilusión de un mundo mejor. Que ese viento se transforme en vendaval de
esperanza. Ese es mi deseo (
PAPA FRANCISCO
, Mensaje en el Encuentro con los Movimientos
Sociales
. 2014
)
. ¡Qué alegría más grande el que a vuestro paso la gente vea una Iglesia de puertas
abiertas,
como –
la casa del
- padre del hijo pródigo, que se queda con las puertas abiertas para
que, cuando regrese, pueda entrar sin dificultad
!
Queridos cofrades, tened muy presente que siempre, pero en los días de Semana Santa mucho
más, sois la Iglesia de Jesucristo y sois portadores de esperanza para niños y ancianos, familias y
enfermos, para los de dentro y para los de fuera: ¡Salid a ofrecer a todos la Vida de Jesucristo!,
llevadles la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con el Señor. Jesús nos pide la adhesión a su
mensaje, pero hay que conocerlo de verdad, no de lejos, sino cara a cara; Él nos pide una vida
más religiosa, con mayor austeridad, con valentía para la renuncia a todo lo inútil, a los pesos
muertos que arrastramos; nos pide la decisión de ir transformando nuestro corazón, según su
corazón misericordioso y de hacernos mejores. Como ya os dije en el Encuentro de las
Hermandades y Cofradías, Cristo sigue pasando, haced silencio, tened el propósito de escucharle
con serenidad, en paz, sólo eso. ¡Dejad a un lado los prejuicios y miradle a Él a la cara! No
escuchéis las voces de los que venden humo; sólo os pido, que le miréis a la cara en silencio, que
le escuchéis en el corazón y dejaos llevar.
Que Dios os bendiga a todos vosotros y a vuestras familias.
+
José Manuel Lorca Planes
Obispo de Cartagena