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EL SANTO ROSARIO
Amado Codina Martínez
Portador Cruz-Guía
Procesión del Rosario de Santa Catalina
Una de las mejores definiciones del Rosario, la dio el Papa
San Pío V en su Bula de 1569: "
El Rosario de la Santísima
Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de
todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le
dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez
Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la
Vida de Nuestro Señor
‖.
El Santo Rosario es una humilde y sencilla oración que,
tradicionalmente, ha estado, y continúa presente, en
innumerables hogares católicos. Con el rosario, podemos
tener un momento de unión con Dios, a través de la Virgen
María, mediante la meditación de los acontecimientos más
importantes de la vida del Señor Jesús y de su madre.
La palabra Rosario significa ―Corona de Rosas‖ o
―Ramillete de Rosas‖; ya en la Edad Media se denominaba
a la Virgen María con el nombre de "rosa". Por aquellas
fechas, el Rosario constaba de 15 Padrenuestros y 150
Avemarías, que se rezaban meditando 15 escenas de la vida
de Jesús. Estas 15 escenas se dividían en tres grupos o misterios: Misterios de Gozo o Gozosos,
Misterios de Dolor o Dolorosos y Misterios de Gloria o Gloriosos. En el año 2002, el Papa Juan
Pablo II añadió 5 nuevos misterios al rezó del Rosario, los Misterios de la Luz o Luminosos.
Es que el Rosario es una verdadera fuente de gracias para los cristianos. La Virgen María es la
medianera de todas las gracias de Dios. Fue a través de ella que llegó el Salvador al mundo. Fue
por intercesión de ella que Jesús obró su primer milagro
en las Bodas de Caná. Y es también, a través de ella, que
Dios quiere que recibamos sus gracias y no olvidemos
que ha sido la misma Virgen María quien ha pedido su
rezo con insistencia, principalmente en sus apariciones
de Fátima. Así que, al completar cada Rosario, le hemos
hecho una corona de rosas con nuestras oraciones.
Todo cristiano puede rezar el Santo Rosario ya sea en el
hogar, reunión o quizás recogido en procesión. Rezar el
Rosario es como llevar diez flores a María en cada
misterio. Es una manera de repetirle muchas veces lo
mucho que la queremos, y el amor no se cansa nunca de
repetir las mismas palabras, porque siempre contienen
algo nuevo en el corazón.