Página 34 - revista02

Versión de HTML Básico

34
CARTA DE UN BUSCADOR DE CRISTO
Juan Silvestre Gabarrón Díaz
Vicehermano Mayor de Nuestro Padre Jesús
Nazareno de Mula
Queridos hermanos corintos. En nombre de
todos vuestros hermanos de la hermandad
de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Mula a
los cuales estoy representando por medio de
estas letras, es para mí un honor dirigirme a
vosotros y a la vez una gran responsabilidad
en estas fechas tan importantes para
nosotros, por eso lo voy hacer del modo que
mejor sé, desde el corazón.
Quisiera que estas humildes letras os sirvan
de reflexión, como fuente de inspiración con
las que poder sentir esta Semana Santa de un
modo diferente e intenso. Como creyentes
en Jesús Nazareno y animados por la ilusión
de mostrar aquel que dotó nuestras vidas de
sentido y esperanza, me dirijo a vosotros no como un cristiano más, sino como un buscador, un
eterno buscador de Cristo. Queridos hermanos. En esta etapa de nuestra existencia en las cuales
nuestra fe y esperanza está siendo puesta a prueba, quiero deciros que no la perdáis, y que
profundicéis aun más si cabe. Desde aquí quiero invitaros a que continuéis planteándoos la vida a
través del Cristo, del Nazareno, del Resucitado y me gustaría hacerlo por medio de dos simples
preguntas. Preguntas que son una reflexión, que como cristianos nos inquietan y nos conmueven.
Preguntas que tenemos en común tanto aquellos que creemos en su poder y su gloria como
aquellos que aún son escépticos, ¿Quién es Cristo para mí? Y yo, ¿quién soy para él? En estos días
mientras realizamos nuestras penitencias o contemplamos su pasión, muerte y resurrección;
reflexionar, reflexionar sobre esas preguntas y convertiros así en, ―buscadores de Cristo‖. Las
respuestas que hallaremos serán el sextante que guiara vuestras vidas por el camino del sentido y la
esperanza.
Durante los actos procesionales, mientras contempláis a Jesús orando en Getsemaní, sufriendo una
injusta flagelación, coronado por las espinas de la opresión o cargando con dignidad la cruz que
nos representa, no tengáis miedo de haceros esas preguntas y ser como la Santa mujer Verónica
que se enfrentó a sus miedos y vivir conforme a las respuestas que hallareis en ellas, pues dejarán
impregnado en vuestro corazón, la imagen de un Cristo que crucificado en la cruz mira con caridad
a una sociedad que aún hoy día le sigue, ignorando, maltratando o humillando. Tal vez San Juan se
hizo las mismas preguntas, por eso para Cristo fue su discípulo amado y San Juan para él su fiel
seguido. Ser, en estos días como Nuestra Señora del Rosario en sus misterios dolorosos donde
arrodillada con la mirada perdida reflexiona ¿Qué fue Cristo para ella? Y ¿qué fue ella para él?
Hermanos corintos, no temáis a las preguntas, no tengáis miedo a las respuestas que hallaréis en
vuestra búsqueda, abrid vuestro corazón a Cristo. Si la respuesta tarda o no, en la espera disculpar
sin límites, creer sin límites, esperar sin límites, aguantar sin límites y sobre todo, convertiros en
buscadores de él. Dios os bendiga.