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Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad
una sencilla razón, estamos llamados a evangelizar y dar
testimonio de CRISTO. Sola y únicamente así lograremos
que permanezca vivo su mensaje, que CRISTO realmente
se haga presente en nuestros corazones. Nuestro Señor es
un caballero y no entrar en un corazón que no le quiere.
Debemos ser honestos, arrepentirnos, dejarnos iluminar
por su luz, encontrarnos con nosotros mismos, y entonces
sí, que CRISTO se haga presente en nosotros, que viva, y
demos testimonio auténtico de Jesús el Nazareno. “El mo-
vimiento se demuestra andando” y debemos ponernos ma-
nos a la obra de inmediato ¿De qué sirve llevar en perfecto
estado mi túnica y mis enaguas si luego aborrezco a mis
hermanos? ¿Qué sentido tiene cargar sobre el hombro una
cruz o el paso si luego no llevamos en nuestra boca y nues-
tras manos el mensaje del Señor? Si no practicamos la CA-
RIDAD, Cristo no entra en nuestro corazón, le estaremos
privando el paso a nuestro ser.
Un nazareno auténtico, un verdadero seguidor de
Cristo debe dar testimonio con sus actos. Porque Jesucristo
no derramó su Preciosísima Sangre porque tuviéramos una
bonita Semana Santa, Cristo, y por tanto la CARIDAD, es
mucho más que todo eso. Tiene un sentido, un mensaje...
Dios es Todopoderoso, pero necesita de nosotros.
Es trabajo en equipo, difundir su mensaje, y dejarnos llevar en sus brazos. Dios nunca se equi-
voca “Todo obra para bien”, dicen las Sagradas Escrituras.
Por todo ello, cada día que rezo, que miro al cielo, cada día que vivo, doy gracias a Dios por su
infinita CARIDAD.
Creedme que no hay mayor hermosura de amor, incluso en el dolor.. cuando todo no sale como
uno quisiera, dejándose llevar por Dios, porque siempre está con nosotros. Él quiere algo de cada uno
de los nazarenos, de los cristianos ¿El qué? No lo sabemos, pero porque ese no es nuestro cometido,
por eso Él es Dios, y nosotros sus hijos. Debemos saber escucharle y dejarnos llevar, dejarnos dar for-
ma, para que así seamos realmente obra suya.
La CARIDAD mueve el mundo, y desgraciadamente lo estamos comprobando en casi esta
década de la tan nombrada crisis. Afloran los sentimientos más hermosos de la buena gente, y esta-
mos demostrando el alto grado de generosidad que podemos alcanzar con quien lo necesita. Por eso,
vaya mi humilde reconocimiento para todas y cada una de las personas que hacen posible que exista
en cada Parroquia: CARITAS, estandarte de la CARIDAD en el mundo. Infinitas sonrisas y rostros
complacidos por la ayuda que llega a esos hogares en forma de leche y un paquete de lentejas, en un
pantalón de chandal o en un recibo de la luz que ya ha sido pagado. Ellos, quienes trabajan en esta
ardua tarea, son verdaderos evangelizadores y discípulos de Cristo.
“- Porque tuve sed, y me disteis de beber, tuve hambre y me disteis de comer, estuve preso y vinisteis a
visitarme.
- ¿Cuando hemos hecho esos nosotros contigo Señor?