Coronación de Espinas

La Coronación de Espinas

Este es el tercer misterio doloroso del Santo Rosario, y fue llevado a cabo por el escultor Hernández Navarro para los hermanos corintos el Sábado de Pasión, 4 de Abril de 2009 en sustitución del anterior grupo del artista Ardil Pagan de 1997.

El cruel episodio de la Coronación de Espinas es narrado por tres de los cuatro evangelistas, San Juan, San Lucas y San Mateo, siendo éste último el que hace la narración más extensa. Jesús tiene que soportar una vez el ultraje y humillación de los romanos. El Evangelista San Mateo escribe “Lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura, trenzaron una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante la rodilla, se burlaban, diciéndole: ¡Salve, rey de los judíos¡. Igualmente, San Juan solamente hace una pequeña alusión en el capítulo 19, 2-4. Y los soldados le tejieron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura y acercándole a El le decían ¡Salve el Rey de los Judíos¡ y le daban bofetadas.

La idea de la coronación de espinas tuvo sus antecedentes en el simulacro de Carabas, infeliz que fue paseado por la ciudad vestido de rey de Alejandría para así ridiculizar a Herodes Agrippa I. Reinach opina que no se trataba de Carabas sino de Barrabas. También existe la idea, de que pudo coronarse a Jesús debido a que fue de algún soldado de la guardia hubiera estado en Mesopotamia. En este tipo de fiestas se elegía a un condenado a muerte, se le vestía de rey, convivía y después de dos o tres días, le colocaban atributos y lo azotaban e incluso lo ahorcaban.

En las regiones romanas, en las fiestas de los Saturnales, se elegía a un soldado como rey Saturno y, después de una bacanal, era ejecutado.

Entre los romanos era habitual se conocía bien el hecho de ser coronado. Se coronaban a los dioses, a los emperadores, a los poetas y los atletas. La corona, ya fuera de encina, de mirto o de ciruelo, ceñía la frente de los esposos y adornaba la tumba de los muertos de los seres queridos. Asimismo era la corona un atributo religioso, por lo que sacerdotes, vestales, augures, víctimas y cálices, se adornaban con ella.

Evidentemente en el caso de Jesucristo, sustituyeron la corona de laurel, por una de grandes y agudos pinchos, por ser declarado culpable al auto proclamarse “Rey de los Judíos”

Representa el momento en que Cristo está de pié siendo coronado por un esbirro romano, y segundo sayón tirado en el suelo se moja del Redentor actitud burlesca y señala la acción.

Cristo

Está de pié, majestuoso y sujetando la caña con la mano diestra y la siniestra amarrada todavía agarrada la cuerda de la Flagelación. Su cabeza cabizbaja, mientras que su cabellera ondulada reposa sobre su torso, su rostro pálido y con gran serenidad. La escultura del Mesías esta desnudo, solamente posee un paño de pureza de color blanco, que se le anuda junto a su cadera izquierda. Cuelga de su espalda el manto rojo que simboliza el martirio y presenta distintas heridas y hemorragias producidas por el proceso de la flagelación pero de forma más diluida. Las medidas de Jesus son 1´85 x 0´80 x 0´50 metros.

Esbirro coronando

En la parte trasera de Jesús, está un romano en actitud de coronar a Jesús. De rostro enfurecido cierra la boca para demostrar su fuerza en la acción de depositar la corona sobre la cabeza de Jesús. Va vestido con una coraza metálica y guantes para evitar hacerse daño cuando agarra la corona de espinas, es una obra de gran originalidad. Mide 1’84 x 0’70  metros.

Sayón de la caña

Está ubicado a la derecha del Mesías, tumbado en el suelo con la pierna semidoblada y con la derecha que cae sobre la tarima del trono. Sonriente y la mano izquierda indicando al espectador el hecho cruel y la burla de la coronación de espinas. Debemos de destacar la torsión del verdugo y la caja torácica como queda magistralmente señalizada y los mechones de su cabello. Las medidas del esbirro son 1’60 x 1  metros.

Soldado romano

En el año 2013, con motivo del XX aniversario de la cofradía, se culminó el proyecto inicial del Paso de Misterio con la incorporación de un soldado romano de extraordinaria talla. En actitud piadosa, mira y observa sujetando la capa de la túnica de Cristo con la mano derecha y en la mano izquierda sujeta una lanza, en la cabeza porta un casco del que sale gran plumaje de color rojo corinto. El nuevo soldado, es completamente novedoso en la estética del escultor de los Ramos. Esta obra no ha sido previamente sacada de puntos y de un molde previo, sino trabajo directo de gubia del autor. Del cedro y de forma directa el escultor ha ido dandole vida a la imagen utilizando como modelo a un carpintero de su entorno. La obra es de un realismo que impresiona y sin duda nos encontramos ante una de las mejores figuras salidas de las manos del escultor. Agradecer la colaboración del Senado Romano de Cartagena en la figura de su presidente, al prestarnos el traje del personaje festero mas popular de Cartagineses y Romanos, correspondiente a General Publio Cornelio Escipión en el que se ha basado el escultor en la realización de la indumentaria y coraza.

TRONO

El trono es obra del tallista murciano José Lorente Sánchez, artista de una finura en su tallado excepcional pero ya fallecido tristemente. Está realizado en madera con plata a la corla, y tiene unas dimensiones de 1’90 x 3’90 metros.

Formado por dos tarimas, una de varas con motivos de molduras, y otra artística que tiene en el friso ramales de vegetativos de talla que configuran y escoltan los escudos, en la parte delantera y trasera el de la Cofradía, y en la tarima derecha e izquierda, las siglas de JHS.

Es portado por 28 nazarenos-estantes.