Santa Mujer Verónica

Santa Mujer Verónica

Realidad o leyenda, este bello personaje sobre el que nada aparece escrito en los Evangelios nos seduce por su bondad, piedad y valentía ante unos supuestos hechos en los que ella se acerca a Jesús camino del Calvario y apiadada por su desgracia, le limpia el rostro. Para algunos, esta mujer se llamaba Serapioa, para otros su nombre se deriva de Berenice, nombre de varia reinas de Egipto, y su cabellera da título a su constelación.

En griego la palabra pherenikos, significa triunfador. Algunos la identifican a la leyenda con la propia Marta o la mujer de Zaqueo. También, su nombre se puede derivar de Vera icona “verdadera imagen”. En cuánto al velo de la Santa se inscribe en la categoría de los iconos llamados “ajeiropoietos” es decir “no hechos por la mano del hombre”.

Sí es muy cierto y queda acreditado en la historia, que existía en la ciudad Santa de Jerusalén una asociación de dignas mujeres que ofrecían vino mirrado al reo de muerte. Sin embargo, en el Evangelio de San Marcos, se cita que Cristo no lo bebió: “Le dieron vino mirrado pero Él no lo tomó”. Así, quiso Cristo aceptar su muerte y no tomar este vino por anestésico, o como sedante, por no ser una muerte totalmente entregada, a pesar del gesto humano de estas mujeres.

La Verónica fue una mujer que se conmovió por los sufrimientos de Cristo y salió entre la multitud para enjugar la sangre y el sudor con su velo, quedando impresa la imagen de su Santa Faz en un tejido. Corresponde este pasaje a la sexta etapa del Vía Crucis. Casi siempre se representa a la Santa mostrando a los espectadores el velo con la imagen de Cristo.

Bien es cierto que las disputas sobre las imágenes que se agitó durante los S. VIII y IX, dieron un papel importantísimo tanto a las leyendas como al origen divino y legitimado de los personajes santos.

En concreto, está escultura que representa la Verónica es obra del escultor murciano José Hernández Navarro realizada en el año 2003, y representa a la santa presentando el paño donde queda impreso el rostro de Jesús. Tiene unas dimensiones de 1’70 x 0’65 x 0’84 centímetros, y el tamaño del paño oscila 0’88 x 0’45 metros, remarcando que es la primera vez en la Semana Santa de Murcia que se muestra el paño tallado y que se aprecia perfectamente la madera.

Su rostro es muy melancólico y pleno de emoción dónde se aprecian algunas lágrimas que caen por sus mejillas. Vestida con una túnica hebrea de color azul con botonera cerrada, se ajusta a la cintura por un cíngulo marrón, y lleva un pañuelo hebreo sin policromar y apenas barnizado, dejando entrever sus cabellos de color moreno, y calzado semejando a la piel. La totalidad de la imagen marca texturas distintas, con una precisión y calidad artística apreciables, siendo novedosas y exquisitas a la vez.

Original es también la disposición de las manos de esta mujer al prender el paño en relación a otras imágenes de similar iconografía. Ésta, en concreto, sujeta a la altura del corazón una de las puntas del paño para caer en diagonal y prenderlo a la derecha a la altura de la cadera, mostrando perfectamente la apreciación de un tejido perfectamente definido y ligero, y el rostro de Jesús con sentido primordial de la escena, cuyo pincelada primorosa al óleo la realiza el propio artista.

Desfila en la procesión en quinto lugar, y es el último paso incorporado a la Cofradía de la Caridad junto a María Dolorosa, después de haber completado todos los Misterios Dolorosos. La imagen lleva en su peana un relicario que contiene una piedra procedente de la gruta de Lourdes, como insignia y referencia a la cantidad de miembros de este paso que pertenecen a la Hospitalidad de Lourdes, en la ciudad de Murcia.

TRONO

Es obra del tallista Juan Cascales Martínez, del partido de La Albatalía de Murcia. De estilo barroco, con unas medidas de 1’96 x 3 metros, y de planta escocia, se distribuye en tres tarimas; la de varas, otra artística en forma rectangular con molduras que enmarcan el pan de castilla, y escoltan a cuatro escudos con el anagrama de la institución nazarena; y la correspondiente a la peana de la imagen, se integra por cuatro candelabros con cera y siete tulipas con guardabrisas.

Es portado por llevado veintiséis nazarenos-estantes, y tiene un peso aproximado de 626 kilos.