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con nosotros, aunque sólo sea unas horas, la sagrada imagen del
Santísimo Cristo de la Caridad. Lo consideramos un honor, un privilegio,
y por ello les estamos muy agradecidos.
Y, junto con mi
felicitación, quisiera
decir, si me lo
permiten,
una
palabra de ánimo. En
efecto, la celebración
de este XX aniversario
ha
coincidido
providencialmente con
la celebración del
«Año de la fe» que,
promulgado por el Papa Benedicto XVI, se extiende desde el pasado 12 de
octubre hasta el próximo 24 de noviembre. Entre los objetivos que el
Sucesor de Pedro propone para este Año especial está el que todo
creyente renueve en su corazón este don salvífico de Dios —la fe— con
renovada convicción y entusiasmo, así como también su compromiso de
ser testigo gozoso y convincente de esta misma fe en Cristo. ¡Qué
hermosa manera de celebrar el aniversario de la Cofradía, en este «Año
de la fe», si cada hermano cofrade se compromete a profundizar su
relación personal con el Señor en su oración diaria, en la Eucaristía, en
los sacramentos…; si se compromete a profundizar en los contenidos de
la fe, con el «Catecismo de la Iglesia Católica», con lecturas adecuadas,
participando en algún retiro, charlas de formación sobre la fe…; si es
capaz de dar testimonio de su fe, cada vez con más coherencia, con más
alegría, sin temor…! ¡Es tan fácil…! ¡Y cuánta felicidad revierte en quien
así se compromete! Sin duda, es algo apasionante. ¡Y es que Cristo es
apasionante! Cristo es la Verdad, es el Amor, es la Caridad, que, por
amor a nosotros, ha entregado su vida por nuestra salvación, y, una vez
resucitado, vive para siempre. Ésta es, pues, hermanos cofrades del
Santísimo Cristo de la Caridad, mi palabra de ánimo: vivir la fe de la
Iglesia, vivir la «Caridad» de Cristo, es, sin duda alguna, lo más
apasionante.
Con un cordial saludo,