Página 61 - ReviSTA01

Versión de HTML Básico

61
UN RITO PROPIO DEL SÁBADO DE PASIÓN:
EL “VEXILLA REGIS” EN LA CATEDRAL DE MURCIA
José Alberto Fernández Sánchez
“Vexilla Regis prodeunt,
Fulget crucis mysterium,
Qua vita mortem pertulit
Et morte vitam protulit”
La jornada de Sábado de Pasión
constituye una de las recientes incorporaciones a
la dinámica procesional de la Semana Santa; es
decir, no cuenta con una trayectoria procesional
específica dentro de la historia reciente de los
cortejos
murcianos.
Esto
se
debe,
indudablemente, a su presencia fuera de los días
marcados para la rememoración de los
acontecimientos sagrados de la Pasión
constituyendo, a la sazón, el último de los que
conforman la Cuaresma. Desde esta perspectiva, y
teniendo en cuenta el ulterior desarrollo de las
procesiones más allá de las jornadas centrales de
dicha semana, este sábado no cuenta con una
trayectoria histórica a la que ceñirse a la hora de
abordar un estudio concreto al respecto. Incluso,
en lugares geográficos distintos al ámbito
murciano sigue constituyendo el preámbulo del
Domingo de Ramos y, en consecuencia, no
aparece asociado a las prácticas penitenciales
públicas.
Sin embargo, la jornada de Sábado de
Pasión si ha contado desde siglos atrás con una serie
de ceremonias específicas destinadas a preludiar la inminente conmemoración pasionaria. Las mismas se
desarrollaron en el ámbito interno de las iglesias, particularmente en las catedrales, conformando el
preámbulo de la Semana Santa. Indudablemente, el más destacable de estos ritos es el conocido
“Vexilla
Regis”
que sintetiza una visión premonitoria del protagonismo de la Cruz y, en este sentido, confiere al día
un rango indisolublemente ligado al Viernes Santo donde el Santo Madero centra igualmente la liturgia. La
ceremonia está debidamente documentada en el caso de Murcia donde dos hallazgos de interés revelan su
relevancia dentro de las solemnidades específicas de la Catedral.
Narejos Bernabéu ha recogido la tradición existente para este preámbulo del Domingo de Ramos:
“A principios del siglo XVI las ceremonias de Semana Santa daban comienzo el Sábado de Pasión con un
rito procesional en el interior de las iglesias en el que se entonaban himnos como el Vexilla Regis, un canto
de exaltación de la Cruz. La procesión finalizaba en el Altar mayor, donde el deán ondeaba un pendón
negro con una cruz de color rojo en el centro que colgaba de una vara, con una pequeña cruz negra en su
extremo. La costumbre del pendón pasó a las cofradías y así lo encontramos en las de la Vera Cruz.
La tradición de entonar el Vexilla Regis no sería extraña en Murcia. Al menos la comparación de
su arranque melódico con otra de las frases de la Correlativa no deja lugar a dudas de su huella…”
(Narejos
Bernabéu, 2008, pp.44 y 45)
.