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Rosario Corinto 04
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tución con el motivo central pintado y en algunos
casos y muy raramente bordados. Solo a finales
del XVIII y sobretodo en el XIX se les empezó a
dar una importancia mayor al ser uno de los ele-
mentos del cortejo que más dignificaban el boato
del mismo.
Los ejemplares bordados más antiguos conser-
vados los encontramos en Cartagena donde el
bordado fue una arte de importancia en deter-
minados momentos históricos con bordadores y
bordadoras de fama.
En nuestra ciudad los ejemplares más antiguos
conservados no son anteriores a mediados del s
XIX y con escasos ejemplos. Como el de la co-
fradía del Cristo del Cristo del Perdón, nacida a
finales del XIX, momento ya en el que empieza a
destacarse el gusto por el bordado de forma ge-
neralizada en nuestras cofradías.
Pero hasta épocas muy recientes no se les ha dado
la importancia que se les otorga en otros lugares
ya que en muchos lugares este es la representa-
ción de la imagen titular en determinados actos,
en quizás sea porque también, hasta no dema-
siado tiempo, las cofradías tenían poca actividad
fuera de los días de cuaresma y Semana Santa.
Incluso en las grandes cofradías de la ciudad de gran solera y solvencia económica, sus estandartes,
que siendo prácticamente elemento imprescindible en las procesiones, no se les dio mucha importan-
cia. Por ejemplo en el caso de la cofradía del Cristo de la Sangre, todos siguen un mismo formato con
el símbolo del misterio representado en bordado o en pintura y con una discreta decoración bordada
en oro. O en el caso de la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el minimalismo va más allá y estos, todos
iguales en forma, color y decoración, incluido el motivo central que siempre es el monograma de Je-
sús, emblema principal de la cofradía, solo se diferencian en el color de fondo donde se circunscribe
el citado monograma bordado en oro.
Serán generalmente las cofradías nuevas, menos encorsetadas por la costumbre que es difícil de mo-
ver en aquellas, las que se atrevan a innovar y a enriquecer sus cortejos con piezas de bordado mas
ostentosas, aunque muchas de estas piezas no tengan consideración artística al estar realizadas muy
frecuentemente a maquina y con materiales de nueva generación mucho más económicas, quedando
la labor del bordado artístico en oro, plata y sedas a algunos escasos ejemplos, como pueden ser el de
la hermandad de Servitas de Mª Sª de las Angustias o el del Cristo de la Salud de la asociación de su
mismo nombre.
También tenemos algunos ejemplos interesantes de los años de recuperación de las cofradías tras los
sucesos de la guerra del 36, como en la cofradía del Cristo del Rescate.