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Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad
misma expresión “Sine Labe Concepta”: Sin Pecado Concebida.
Aunque esta tipología es la mas frecuente y la más extendida hay otros estandartes con otra connota-
ción no menos interesante, como por ejemplo los también bastante numerosos estandartes del Rosario
que eran sacados en los frecuentes rosarios públicos que se hacían por las calles en las primeras horas
del día, lo que conocemos como el rosario de la Aurora, hasta mediados del siglo XX y aun hoy se rea-
lizan en numerosos lugares. Ambos son de características similares diferenciándose solo en el motivo
central siempre inmaculista en los simpecados y de diversa iconografía en los otros, aunque la más
frecuente es la de la Virgen del Rosario o de la Aurora.
Aparte esta mención especial a la siempre ejemplaridad de las cofradías sevillanas, en el resto de Es-
paña y mas concretamente en nuestro ámbito geográfico de Murcia y su antiguo reino, el estandarte
generalmente figura en los cortejos en un lugar importante pero normalmente anunciando el inicio de
un cortejo en el que preside el paso o misterio que representa el propio estandarte. Los largos cortejos
de nuestras procesiones con un número elevado de pasos hace necesario el uso de insignias que ver-
tebren la procesión e identifiquen cada uno de los pasos.
La forma de la tela puede tener algunas variantes, la forma más generalizada es la que en su parte
de abajo acaba en dos puntas formando dos picos unidos en un vértice central, esta forma es la más
lógica ya que es la que permite ver al portador del mismo en los desfiles, estos picos pueden ser recti-
líneos pero muchas veces las formas se redondean o barroquizan adoptando formas mas sugerentes
dándole un perfil mas mórbido a la prenda.
Aquí nos es más conocido el estandarte formulado justamente al revés. Es decir el patrón de los picos
laterales se abandona por una forma en la que la parte central es la que más cuelga y con un perfil
curvo y sinuoso lo que hace que sea necesario subirlo más al portador para ver o necesariamente ir
casi a ciegas.
En la parte alta la sujeción a la barra horizontal también se hace de múltiples maneras, por medio de
presillas de distintas formas o embutidas totalmente en un doblez que la oculta totalmente. También
muchas veces se le superpone alguna otra pieza reforzada para mantener la verticalidad aportando
un perfil casi arquitectónico a la pieza, e incluso con adornos en metal o madera de sinuosas formas.
En cuanto a los materiales, aunque básicamente el fondo es siempre una tela que pende, esta puede
ser de infinitas formas y calidades, aunque el terciopelo es la mas frecuente y puede ir adornada de
infinidad de formas, siendo el bordado el mas usual en sus diferentes técnicas y materiales aunque
encontramos casos en que la decoración se ejecuta en parte en madera y bordado e incluso metálicos
en la decoración llegando incluso a no existir el tejido y ser enteramente metálicos, generalmente plata
u otros metales menos nobles pero con un baño de este metal.
En el centro siempre orlado ricamente en la multitud de sistemas decorativos imaginables, va el moti-
vo central que puede ser una imagen un escudo o un símbolo. Lo más habitual es que sea una pintura,
generalmente un óleo sobre tela aunque el uso de imaginería o relieves también es frecuente.
Nuestras cofradías tradicionales suelen contar con varios pasos que representan diversos pasajes de la
pasión muerte y resurrección de Jesucristo, colocándose delante de cada uno de ellos a una distancia
prudencial anunciando al pueblo expectante la inminente llegada del mismo va el estandarte en cuyo
centro suele ir representado o bien la imagen titular del paso o un símbolo color o cualquier elemento
que lo identifique.
En tiempos pasados estas insignias solían ser de telas más o menos ricas, según la riqueza de la insti-