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Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad
Semana Santa huertana.
En Murcia, decir Semana Santa es decir huerta y huertanos. Mires donde mires en la Semana
de Pasión de Murcia encuentras referencias y elementos que lo atestiguan. Si echamos la mirada atrás
vemos que el “arreglo” de los nazarenos para afrontar el día pasaba por llevar sus almuerzos, logran-
do una autonomía necesaria, tal como hacían cada día en su quehacer cotidiano.
Llevar el agua era función de los botijos, claro que sí. Y de esta manera, afrontar la procesión
con una vasija bien cargada de agua, casi seguro con un “chorrico” de anís para darle un toque dulce
y refrescante. Se situaba bajo la tarima de los tronos, colgados de un gancho o una vara para ser usado
con facilidad cada vez que fuera necesario. Lindo balanceo que se podía apreciar desde lejos entre las
túnicas y brazos de los estantes.
Alguna vez escuché a algún estante viejo de cofradía centenaria, contar que además del botijo,
bajo el paso se colgaba alguna bola de queso y pan para hacer más llevadero el desfile. Huerta en es-
tado puro. Huertanos con oficio, entrega, compromiso y sacrificio que siempre han caracterizado el
perfil de los estantes y portadores de los tronos e imágenes nazarenas de Murcia.
Un mal uso de esta vasija, que en ocasiones no se utilizó de manera adecuada y, sobre todo,
la generalización del agua embotellada en recipientes de plástico, aceleraron la desaparición de los
botijos de la Semana Santa.
Recuperar la vasija.
Referencias de los botijos para dar de beber a los nazarenos las podemos encontrar en otras
semanas de pasión de nuestro país. Por ejemplo, en Cádiz existe el oficio de “aguaó” muy habitual en
algunas localidades. Va detrás del paso para aliviar la sed de los costaleros. En Málaga las cofradías
contemplan al “portador del botijo” que desfila tras el trono procurando atender los requerimientos
de sus compañeros.
Portador del botijo Semana Santa Málaga
La idea de proponer la recuperación del botijo para mi paso del Santísimo Cristo de la Caridad,
me rondaba desde hacía años. Tenía mis dudas. ¿Sería entendida la propuesta? Conseguí vencer mis
titubeos por lo poco que me gusta el trasiego y uso de los botellines de agua en medio de la procesión.
Tampoco la estampa entre nazarenos del estante cargado con una bolsa enorme de botellines para
avituallar a los compañeros.