Página 157 - revista corregida final total

Versión de HTML Básico

Rosario Corinto 04
157
SÁBADO SANTO A TRAVÉS
DE UN CAPUZ NEGRO
África Zuñel Manzano
Mayordoma
Este año ya serán tres años desde que
desfilé por primera vez con la cofradía de la
Caridad como mayordoma en el paso de San
Juan y con la Virgen del Rosario en sus Mis-
terios Dolorosos. Para mí es un honor poder
hacerlo en las dos procesiones pero es en el
Sábado Santo del que me gustaría hablar.
Quiero fijarme en su solemnidad, ya
que supone un momento de refugio e intimi-
dad con uno mismo.
Cuando a las cinco de la tarde se abren las puertas del Templo de Santa Catalina de Alejandría,
se hace el silencio en esta ruidosa plaza de la ciudad de Murcia al oírse el ruido seco del portón de
madera abriéndose con el sol de cara frente a ella. En su puerta avanzará un nazareno portando en
su mano una campana que hará repicar durante todo el desfile procesional. A derecha e izquierda, en
dos filas irán saliendo un rio de nazarenos con túnica negra y sandalia frailera. De negro, color negro,
que nos simboliza tristeza, penitencia, dolor, vigilia, duelo y soledad.
Conforme van andando, llega el turno de ella, nuestra madre, la Virgen del Rosario en sus Mis-
terios Dolorosos, arrodillada, afligida, llena de tristeza, pálida de dolor, pero a la vez hermosa.
“Tu mirada candorosa
Y el rosario entre las manos,
Nos ayuda y nos ampara
Por eso a ti te adoramos
Con alegría venimos
A decirte con amor
“Virgen María del Rosario,
eres más bella que el sol”
Desfila por las calles como una gran señora. A su paso el silencio se hace hueco en la calle, la
gente la implora y una estampa la reciben a cambio.
Siempre va acompañada de ese intenso olor a incienso, por Platería, Jabonerías, Romea y tras