Página 150 - ROSARIOCORINTO

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C
UARESMA Y JUSTICIA EN LOS PROFETAS Y EN EL
N
UEVO
T
ESTAMENTO
.
V
ENCER LA INDIFERENCIA
Juan José Franco Caravaca
E
STANTE DEL PASO DE LA CORONACION DE ESPINAS
Al comienzo de la cuaresma, el tema estrella es el de la
conversión, la penitencia, el
acercarse más a Dios. Es cierto
que la Cuaresma forma parte de
nuestra
cultura
occidental,
particularmente de la española.
Tenemos una larga tradición de
obras de arte, de prácticas
religiosas que varían de una
zona a otra de nuestra geografía.
Y no solo se trata de devociones,
procesiones,
celebraciones
públicas, sino también temas de
gastronomía popular, que tienen
su inspiración en la cuaresma.
En Murcia había un plato que se
tomaba en esta época: el “trigo
cocido”. En toda España hay
tradiciones culinarias parecidas.
Pero no pretendo hablar de
cocina, sino reflexionar sobre el aspecto más serio de la Cuaresma.
Que, como toda actividad religiosa humana, tiene esa doble
vertiente: puede acercarnos a Dios, o puede engañarnos.
El Libro de Isaías pone los puntos sobre las “íes”, y precisa
qué es lo que Dios quiere cuando hablamos de ayuno. En primer
lugar, hay una crítica a ese doble juego de quienes pretenden
acercarse a Dios, pasando por encima de los hermanos. Isaías
contesta a aquellos impacientes que se preguntan para qué
ayunar, si Dios no responde a sus deseos:
¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si
tú no lo sabes?
La respuesta no puede ser más contundente:
Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y
explotabais a todos vuestros trabajadores”.
El ayuno que yo quiero no es hacer teatro:
“doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado”
.
El ayuno que quiere el Señor no consiste en unas prácticas que
engañan, sino en favorecer a quienes tienen necesidad: