María Dolorosa

María Dolorosa

Es el último paso incorporado a la Cofradía en el año 2003, con el propósito de poder dar culto a María, decisión acertada que fue del agrado y aceptación de todos los amates de la Semana Santa. La única duda que se originó respecto a esta imagen en concreto, fue el hecho de que fuera de oratorio, ubicada en su capilla en la Iglesia de Santa Catalina, y sus dimensiones eran algo escasas, aunque la calidad y belleza de esta obra de Francisco Salzillo salvó todas las dudas.

Así, la puesta en escena en la noche de Sábado de Pasión y con el trono diseñado por Lorente Montoya, resultó impactante y todo un gran éxito.

La escultura es de tamaño menor que natural, con unas dimensiones que oscilan los 1’20 x 0’70 metros; totalmente tallada en madera, de excelente policromía y rica estofa.

Esta imagen de María Dolorosa es la primera creación iconográfica mariana sobre esta representación realizada por el escultor Francisco Salzillo en 1742. Con una clara influencia italianizante debida a su padre, Nicolás Salzillo y Gallo, la faz de María es bellísima, de una extraordinaria expresión de dolor, tocada la cabeza con un manto que desciende por su espalda en su color azul, estofado y floreado, que en disposición diagonal y con gran movimiento se lo recoge con su brazo derecho.

La encarnación y policromía clara es un primor, lleva una camisa de puntilla que asoma por su pecho y pañuelo blanco estampado que toca su cabeza bajo el manto, túnica encarnada ceñida por un cíngulo, y en ambas prendas lleva cenefas estofadas en oro.

Lleva una aureola de plata con doce estrellas y un puñal que le traspasa el corazón, que porta solamente durante la procesión.

Cabría mencionar que estuvo expuesta en la magna exposición desarrollada en Madrid sobre Francisco Salzillo, en la fundación Central Hispano en el año 1998, por su indiscutible calidad artística y también en la Exposición de Huellas realizada en nuestra diócesis. En la restauración llevada a cabo por el Centro de Restauración de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, se halló en su interior un manuscrito que indicaba la datación de la obra (1742), quien la encargó, quien la costeó y donde fue situada, quedando claramente que tuve hermandad propia y gozó de gran predicamento en la feligresía de la entonces Parroquia de Santa Catalina de Alejandria de Murcia.

TRONO

Es obra de Manuel Ángel Lorente Montoya en el año de su estreno procesional de 2003; en estilo barroco y de composición rectangular, de 2 x 1’90 x 1’50 metros. El trono está tallado en madera de pino rojo de Suecia, dorado con plata corlada al agua, con partes en brillo y otras mates. Posee dos peanas, una primera de varas en forma rectangular, con arranque y terminación en moldura que abrazan motivos de talla en el centro, y un relieve de unos dos centímetros, y con peana superior en forma de escocia.

La peana artística lleva cuatro escudos de talla barroca con un relieve que alcanza los catorce centímetros, y en los que encontramos los escudos de la Cofradía y el de la propia Virgen, con pergaminos que arrancan de los costados de los citados escudos cruzando toda la escocia y terminando por descomponerse en tallas con un relieve.

Además, las cuatro esquinas sirven de unión de los laterales y tienen forma de volutas, desarrollándose hacia la parte superior del trono, repartiendo motivos de talla a los lados que terminan en un copete completamente hueco y formando un caparazón de talla exterior.

Al igual que todos los tronos de la Cofradía, va iluminado con cera, y es portado por 24 nazarenos-estantes teniendo un peso,aproximado, de 490 kilos.